Te quiero/odio.


Es posible que el amor/odio haya aparecido alguna vez en tu vida. Tal vez ya te has visto enredada en una de estas relaciones que pasan de lo bueno a lo malo en poco tiempo. Relaciones ilógicas que tienen la capacidad de engancharte rápidamente, sobre todo si el hombre es un bello mozo y un as con las posturas del kamasutra, cosa que suele ocurrir. 

Ahora lo odias, luego lo amas.

Estas relaciones, en las que no existen los tonos grises, sacan lo peor y mejor de ti. Un día te encuentras discutiendo a muerte, con ganas de tirarle los muebles a la cabeza, soltando todo tipo de palabras malsonantes por la boca... y 24 horas más tarde le dedicas uno de los te quiero más sinceros que jamás has dicho, a la misma vez que cabalgas sobre él como si no hubiera mañana.

Venga, dime que no es verdad.

Lo bueno de este tipo de noviazgos es que ninguno tiene las riendas de la situación. Él provoca esas reacciones ilógicas en ti, y tú las provocas en él. Y en muchas ocasiones los dos, cuando están solos en sus respectivas casas, se replantean si realmente es viable continuar con una cosa como esta.

Viviendo de esta manera no hay espacio para la monotonía. Hay días en los que te acuestas por la noche super feliz pensando que ese chico es el tuyo, con el que te comprarás una casa y harás tus planes de futuro, y otros totalmente destrozada, con la duda de si después de la última discusión algún día volverán a estar bien otra vez.

Y vuelven, claro que sí, por que "se quieren" y parece que no pueden estar el uno sin el otro.

En amoríos así, los dos son capaces de perdonar cosas que quizás nunca pensaron que perdonarían, como por ejemplo: los cuernos.


Ni siquiera disfruté, cariño, no pude dejar de pensar en ti y en tu cuerpo, ¿sabes? ella no sabía moverse y tenía los pezones enormes.
Además, recuerda que tú también me has engañado.

Y tras las disculpas empieza lo mejor, porque cuando estás bien con él se te olvida todo.
¿Y dónde te encuentras tú veinte minutos después? pues a cuatro patas, dale que te pego, pensando que el mundo es maravilloso.

Pero entre tanta discusión y reconciliación, te agobias. Las relaciones así no duran demasiado tiempo porque son difíciles de llevar. Sin embargo, hay algo que sí perdura, la esperanza.
Y si... ¿nos volvemos a encontrar?
Y si... ¿aún no me ha olvidado?
Y si... ¿lo intentamos otra vez?

Por que al final, tú siempre acabas pensando que, aunque ya no estén juntos, bajo las condiciones adecuadas él volvería a caer. Poco importa si él ha empezado algo nuevo con otra persona.

O tal vez seas tú la que estés con alguien y al cruzarte con él te replantees seriamente tu relación actual, quién sabe.

Pero todo tiene su fin, y por supuesto estas relaciones se acaban tarde o temprano, al menos para uno de los dos. 

Pueden pasar dos cosas, por un lado puede aparecer una nueva chica. Una chica con la que él sea capaz de mantener una relación más equilibrada, sin llegar a la monotonía. Alguien que de verdad le robe el corazón y le quite las ganas de desabrochar sujetadores ajenos, o de discutir por mierdas sin sentido.
Y ahí te quedas tú, obligada a aceptar que has pasado a un segundo plano, pero con la pequeña esperanza del "y si..." en la cabeza.

Hasta que un día, por gracia divina, se crean las condiciones que creías ideales para que él cayese en la tentación y... no cae.

O tal vez ni siquiera aparezca alguien, basta con que la tensión sexual descienda y él se replantee la historia, coja las riendas del juego y entonces seas tú la que cae cuando él quiere. Probablemente termines por darte cuenta de que, sin saber cómo, has dejado de ser su debilidad. Has perdido ese pequeño plus que te unía a él y, si continúas por ese camino, quizás hasta pierdas parte de tu amor propio.

Pero ¿sabes? la relación que tuviste fue la más sencilla de todas.
Tú y él se enamoraron de lo furtivo y pasajero, de lo cambiante y excitante.
En definitiva, de lo que se acaba pronto.

Puedes llamarlo amor, claro que sí, pero es un amor fácil y simple.


Así que amiga, no te vuelvas loca,
ya se cruzará algún hombre en tu camino 
de esos que quieren bien
y follan mejor.

5 comentarios:

  1. Por suerte yo nunca he llegado a tener una relación así, por el momento...
    No sé si lo del horóscopo lo tenías antes pero lo he visto por primera vez y me ha encantado jajaja

    ResponderEliminar
  2. Claro que se terminan pronto, una relación así es un desgaste tremendo, físico y psicológico!!
    Difiero en que sea un amor simple... si me hace comerme la cabeza tanto, por mucho sexo del bueno que me dé, no me compensa... a mi los altibajos me matan, así que me quedo con tu conclusión final.
    Muy guay el cambio de look del blog, eh? Besotes!

    ResponderEliminar
  3. Como cuando la extraños y ansiamos su visita, mas cuando llega rogamos por que se vaya.
    Así de loco soy...

    ResponderEliminar
  4. Hay amores como el que cuentas, y duran lo que duran que es eterno mientras sucede.
    La vida, a tragos.

    ResponderEliminar
  5. Hola maripi, llevo muchos meses leyendo tu blog, llegué aquí por tu comentario de chicos franceses, ya que tengo una relación con un parisino y para peor es así como la describes jaja simple .. . Pero tienes mucha razón en algún momento caducará y ya estoy tranquila. Un beso linda saludos!

    ResponderEliminar

Vistas de página en total