- Buenas tardes, señorita ¿Qué desea?
-Pues no sé, no lo he pensado lo suficiente...
-Le dejo un minuto y vuelvo
...
-¿Lo tiene más claro ya?
-Creo que sí. Deseo ir a la peluquería y que el lavado dure más tiempo que el corte. O encontrar un vestido largo que no saque a relucir mis cartucheras. Que las tartas de queso con arándanos no lleven lactosa. Que el jamón ibérico cueste lo mismo que el serrano. Deseo que Hugo Silva, Dani Rovira y Mario Casas me envíen un mensaje directo asegurando que soy la mujer de su vida para yo poder disculparme y explicarles que estoy profundamente enamorada de otro. O poder alargar y acortar los días según me convenga.
-Creo que no la estoy entendiendo, señorita.
-Me refiero a tener la posibilidad de que si un día me lo estoy pasando muy bien, añadirle las horas que yo considere, y que si otro día no me gusta, poder acortarlo como quiera.
-...Me refiero a qué desea tomar.
-Ah, vale. Un agua con gas.
-Marchando.
Pués... No pides mucho... A ver si se te cumple lo que deseas...
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