Cuando me envías un Whatsapp

Tú desbloqueas tu móvil, buscas mi nombre y no tienes ni puta idea de todo lo que desencadenas.
 
Da igual lo que yo esté haciendo. 
Durmiendo. 
Estudiando. 
Trabajando.
 
En cuanto me envías un WhatsApp las minifaldas de mi ropero se caen de las perchas. 
El Spotify se activa con la canción de Christina Aguilera Ven conmigo
Los tacones de mi zapatera, sin tener ni una mínima noción, empiezan a bailar claqué. 
Mi pintalabios rojo comienza una lucha a vida o muerte contra el de color vino. 
Los pelos de mis piernas me piden salir de paseo por las tuberías de mi baño. 
Mis papilas gustativas demandan ginebra y tónica. 
Mi móvil activa el google maps en dirección a tu casa. 
Mi coche me pide que lo saque del claustrofóbico garaje en el que duerme. 
En el cajón de mi ropa interior, mis bragas de encaje asesinan a las de los dibujos de Piolín.
Mis ojos me gritan: ¿ves? ¡te dije que sí eras guapa!
 
Todo eso pasa en los tres segundos que tardas en decirme algo totalmente lógico y normal y en cerrar la conversación hasta dentro de 6 meses.
 
Y luego yo tardo TRES PUTAS HORAS en poder volver a: 
Dormir. 
Estudiar. 
Trabajar.
 
Y entonces afino el oído y oigo como mi cerebro, que me estaba hablando desde que leí tu mensaje pero al que yo no quise escuchar, me dice: 
 
tía, eres gilipollas.
 
Y te odio durante los meses siguientes, hasta que te decides a enviarme otro whatsaap y las minifaldas de mi ropero se caen de las perchas...
 
Bucle, mi cieli.
B-U-C-L-E
 
Maldita la hora en la que apuntaste mi número.

2 comentarios:

  1. Eres una genia!! Buenísimo 🤣

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    1. Gracias Loia!! Si tan bueno te parece debe ser porque a ti también te pasa con alguien!

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