El oscuro mundo de las oposiciones




*Este post iba a publicarlo hace un año pero finalmente las oposiciones se cancelaron y lo dejé en el borrador. Hoy lo he vuelto a ver y como varias personas me han pedido que siga publicando (que conste que con "varias personas" no me refiero a mi madre) me he decidido a hacerlo.

Yo veo las oposiciones de magisterio como un profundo y oscuro agujero negro que te chupa la sangre, las ganas, mucho tiempo y el dinerito del bolsillo.
 
Linda y motivadora definición.
 
Entonces... ¿Por qué voy a presentarme? Bueno, pues resulta que los dos principales planes de mi vida hay cosas que salieron mal:
 
1. No encontré a ningún caballero rico y dispuesto a mantenerme durante toda la vida y que al mismo tiempo me permitiese tener una relación paralela con algún chaflameja (traducido por la academia canaria de la lengua como persona de conducta informal e irresponsable) que son los que en realidad me gustan.
 
2. Ningún colegio privado/concertado me ha contratado y ha descubierto que soy la nueva Cesar Bona y que soy capaz de enseñar los partitivos bailando un sirtaki.
Y aunque estos dos planes iniciales no se han desarrollado como esperaba, lo que en realidad me preocupa es la consecuencia: TENER PRESENTARME A ESE HORRIBLE EXAMEN OFICIAL PARA PODER TENER UN TRABAJO Y PAGARLE LA PENSIÓN A LOS VIEJIS DE HOY.

Yo y los exámenes oficiales siempre nos hemos llevado mal. Hablando claro, a mí los exámenes oficiales me caen como una patada en el culo. Durante toda etapa estudiantil he sido de esa clase de persona que suele ir a los exámenes relajadita y feliz, pero mi historia con esos exámenes realmente importantes, con esos que tienen una GRAN trascendencia en mi vida nunca ha sido buena. 
 
Historia nº 1: LA PAU. Todo el mundo sabe la importancia que tiene aprobar la PAU en junio (ahora llamada EBAU)  para poder acceder a la carrera que quieres.
Examen de historia. Me siento en la mesa, leo el examen y pienso: se han equivocado, este tema no pertenece al temario, voy a esperar tranquilamente a que alguien con más personalidad que yo se queje de esta errata imperdonable.
 
Cuando todo el mundo empezó a escribir me di cuenta de que la gilipollas que se había dejado un tema atrás era yo.
 
Historia nº 2: examen de conducir. Un examen que tienes que aprobar lo antes posible si no quieres acabar hipotecando la casa, el coche y las joyas de tu tía abuela Casimira.

Examen práctico de conducción. Ese día los exámenes estaban saliendo de un parque que yo conocía muy bien. Me senté a esperar al examinador repasando mentalmente las calles y comentando con los demás la suerte que habíamos tenido por eso de que el coche saliese precisamente de ese punto. El examinador llegó y cuando me iba a subir al coche dijo: súbete atrás que conduzco yo, nos vamos a otro sitio. 

Y yo sonreí mientras le deseaba al examinador una serie de desgracias que nunca le confesaré ni a mi cura de confianza.
 
Historia nº3: Certificación b2 escuela de idiomas. Sólo puedes presentarte una vez al año y yo necesitaba el título para presentarme luego a las oposiciones.

Prueba de comprensión oral. Mi escuela de idiomas está situada al lado de un parque de bomberos. Cuando la profesora puso el audio sonó la alarma.
Venga... gracias universo.
 
Así que teniendo en cuenta mi trayectoria, he decidido pedir perdón desde ya a aquellos que se vayan a presentar este año y que coincidan conmigo. Yo no sé qué va a pasar pero admito mi culpa por adelantado.

Quizás pienses que soy exagerada, pero yo un día fui al cine y se equivocaron de película, ¿tú conoces a alguien que le haya pasado eso? pues estaba en la sala conmigo, seguro.

Y a pesar de todo esto a veces me pregunto que para qué me presento, para qué me paso gran parte del día sentada corriendo el riesgo de que mi culo se multiplique por dos y a sabiendas de que me preparo para una prueba injusta que no demostrará nada. No entiendo el porqué tengo que prepararme un examen para trabajar en un colegio público si fue la universidad pública la que me formó. ¿Qué pasa? ¿no confían en los profesores universitarios que ellos mismos contrataron? 

Me no comprender.

Así que a veces me levanto con ganas de echarle a la leche lejía en vez de colacao, o me visualizo rompiéndome la mano o con peritonitis y a punto de morir días antes del examen.

Pero es que todavía hay niños en el mundo que piensan que el francés no es un idioma "guay" y ya te digo yo que, no es que el francés sea guay, es que el francés es un idioma DE PUTA MADRE.

Ánimo a todos.

1 comentario:

  1. Yo un día fui al cine y la película se quemó, literalmente vimos cómo se derretía la cinta en la pantalla. El curso que viene comenzaré en el maravilloso mundo de las oposiciones para infantil ���� Ánimo!

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