La senda que nunca se ha de volver a pisar

Ahora que has decidido desviarte de este camino que recorríamos juntos, de esta ruta de senderismo de alto nivel a la que yo vine descalza, ahora que has abandonado este lugar... quiero decirte algo.
 
Si algún día te despiertas melancólico-depresivo-amargado y decides volver la vista atrás verás que en el sendero que trazamos se quedaron muchas cosas. Los paisajes donde nos hicimos fotos. Los charcos donde nos mojamos. La tierra revuelta sobre la que bailamos. El árbol en el que nos miramos a los ojos. La piedra en la que nos sentábamos a esperar que al otro se le pasara el enfado. 
 
Aquí se quedó el olor de tu cuerpo. Las rosas que querías regalarme pero que te pedí que no cortaras. Los carteles en los que señalabas por dónde debíamos continuar. Incluso es muy posible que aquel collar que me arrancaste a mordiscos el día que me puse mi camisa semi-transparente siga tirado entre las margaritas.
 
Por cierto, ni rastro de tus calzoncillos verdes.
 
Y es que antes de que yo tuviese que abandonar (a la fuerza) este camino que compartimos, tuve la necesidad de recorrerlo nuevamente. Y así lo hice. Y aunque sentí unas ganas enormes de cambiar las piedras de sitio, de recolocar la tierra que movimos con los pies, de cortar aquel árbol que dejaba caer sus hojas sobre nosotros, de echar ambientador de baño de esencia natural de limón asiático para eliminar tu olor, de arrancar las rosas, de pintar penes velludos en tus carteles de mierda, y de coger el collar para metértelo por cierto orificio de tu cuerpo, no lo hice.
 
No, no destruí absolutamente nada.
 
Y quizá a ti nunca te dé por repasar lo vivido. Quizá ya lo olvidaste todo. Quizá ya tiraste a la basura el mapa que seguíamos, la brújula que nunca supiste utilizar, la cantimplora que rellenábamos con ron en vez de con agua.
 
Pero si un día decides darte la vuelta y echar un vistazo a esta ruta llena de baches por la que paseamos, verás que aquí siguen tus huellas. Intactas. 
Y me atrevo a decir que aunque te des cuenta de que todo está en su sitio, tal y como tú lo dejaste, echarás algo de menos.
 
Pero yo ya estaré lejos.
 
mirándote el culo con unos prismáticos, pero muy de lejos.
 

7 comentarios:

  1. Nunca me había animado a dejarte un comentario a pesar de que hace tiempo que me leo tus entradas, pero ahora que me he decidido : OLÉ; OLÉ Y OLÉ! No sé de donde sacas tanta inspiración, pero qué arte tienes! Me encanta. Me lo paso genial cuando te leo y muchas veces me he sentido hasta identificada con lo que has escrito. Ojalá nunca dejes de actualizar el blog...o escribir un libro! :)

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    1. Mil gracias lalola!! pedazo de comentario tan bonito! Pásalo muy bien por Alemania que ya he curioseado tu blog y he visto que andas por allí. Aquí estás invitada cuando quieras aunque no comentes nada ;-)

      :D

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  2. Pero muy lejos, porque no sirve de nada romper el pasado si se convierte en el peso extra de tu mochila, buena travesía preciosa

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  3. Qué valiente que es este post, me ha encantado.
    Besos!

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  4. Estoy a punto de escribirle algo parecido a esto a alguien parecido a él... gracias por tus historias tan divertidas pero a la vez tan reales.

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  5. Me encanta como escribes no dejes de hacerlo, ya tiene tiempo que no subes algo , saludos desde mexico 😁

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  6. ¡Joder! que a gustito te quedaste.

    Saludos.

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