El beso que nunca te di


Lo recuerdo muy bien, hablábamos en torno a una mesa, con una cerveza en la mano (la tercera) y a mí ya se me escapaba la risa tonta debido a los ligeros efectos del alcohol.

Nos olvidamos de las penas del mundo, de la pobreza, de los hospitales, de la crueldad del ser humano, de que la vida es injusta y de que tiene fecha de caducidad. Bueno, no sé tú, pero te juro que a mí se me olvidó toda esa mierda.

Y entonces, de un momento a otro, en mi cerebro nació la idea de darte un beso. Nunca antes me lo había planteado, no sé porqué lo pensé ese día y en ese preciso momento. Parecía que alguien hubiese creado la atmósfera ideal para que pasara. Debió ser tu risa, tu camisa arrugada o tu barba de tres días, yo sólo sé que te veías guapo hasta con la luz cenital y amarillenta que caía sobre nosotros.

Después de que el propósito de besarte se instalara en mi mente, ya no pude pensar en nada más.  Me pasé la noche buscando el momento para hacerlo y mientras tú me hablabas de tu rutina yo buscaba la forma de acercarme un poco más. Me repetía a mí misma BÉSALO, BÉSALO, BÉSALO, BÉSALO, ¡¡¡¡¡¡¡BÉSALO YA!!!!!!!!

Pero no lo hice. Y te aseguro que lo que más me fastidia es que el beso que nunca te di ya no podré dárselo a nadie. Aunque yo tenga la misma boca, la misma lengua y los mismos labios, todos los demás serán diferentes.
Lo peor es que el beso que no te di no se perdió en el aire, sino que se quedó aquí, no sé en dónde pero conmigo y me hace una seña cada vez que te veo para recordarme que aun no ha salido. 

Pero la atmósfera ya nunca acompaña, tú no me has vuelto a mirar como me miraste esa noche y tu risa ya no es tan natural y despreocupada cuando hablas conmigo. No sé cómo puede cambiar algo tan rápido, pero ahora parezco ser yo la única interesada. A veces pienso que fue una simple ilusión momentánea, que lo soñé y nunca pasó. Que en realidad tú jamás me has mirado con mayores intenciones, que tuve percepción equivocada de la situación.

Sea lo que sea, ahí está tu beso, clavado en mi mente, impidiéndome una sinapsis adecuada.

Pero tú no te preocupes porque el beso que nunca te di, jamás lo echarás de menos


4 comentarios:

  1. Los besos que se quedan por dar nos acompañarán siempre, seguidos del odioso "y si..."

    ResponderEliminar
  2. Una cerveza más y se lo dabas, sólo una más...
    Ahora me voy a la cama cantando: "sabes mejor que yo que hasta los huesos, sólo calan los besos que no has dado"...

    ResponderEliminar
  3. Quedarnos con ese "qué hubiera pasado si..." es agotador, porque es eterno... La parte buena, por buscarle una, es que quizás algún día se vuelvan a alinear los planetas... y para entonces, ya habrás aprendido que es mejor tirarse a la piscina.
    Me ha encantado tu post de hoy ;)

    ResponderEliminar
  4. Muy bonito

    Por acá hay un dicho que dice:
    BORRACHO ESTABA, NO ME ACUERDO

    ResponderEliminar

Vistas de página en total