Dame un beso

Bésame.

Te juro que no comí ajo, la cebolla no está dentro de mi dieta y lo único que me queda de la Mononucleosis son los anticuerpos.

Bésame que es miércoles noche y no se puede emplear el tiempo en nada mejor.

Un beso que me haga replantearme la vida.

Un roce de labios que tambalee mi mundo.

Bésame, que aunque es cierto que tengo algo de tos, te aseguro que eso se te pasa mañana con 10ml de cualquier jarabe.

Dame un beso, que no te compromete a nada, al fin y al cabo la vida tiene fecha de caducidad y después de dos generaciones... ¿quién va a recordar que un día como hoy tú me besaste?

Bésame, ni siquiera quiero una noche completa, ni una mano atrevida. Sólo un beso me haría sonreír durante toda la semana, y no te digo durante un(os) mes(es) para no asustarte.

HAZLO, qué más da si está bien o mal, lo único que yo sé es que, aunque no hay música de fondo, mis hormonas están bailando un Fox-trot y ya no hay forma de pararles los pies.

Bésame, que estoy totalmente convencida de que si lo haces no será un beso típico de un miércoles cualquiera, ni uno rutinario de los que caen pronto en el olvido... Tampoco te diré que será de esos que marcarán un antes y un después en mi existencia, porque mentiría, pero sí será de esos que recuerde después de mucho tiempo y vuelva a sonreír.

Perdona que te lo diga así, sabes que yo de romantica tengo poco, pero... BÉSAME JODER! ¿A QUÉ ESPERAS?

Te aviso de que si verdaderamente no quieres hacerlo, si esto no es más que una mala interpretación de tu actitud por mi parte, o si en realidad estoy en lo cierto pero tú prefieres mantener ocultas esas ganas de besarme... no me mires a los ojos, ni te acerques demasiado, porque hoy estoy con el guapo subido y como te descuides... ATACO YO.