Un día fui un orgasmo

El embarazo se produce cuando un espermatozoide alcanza y atraviesa la membrana celular del óvulo, fusionándose los núcleos y compartiendo ambos su dotación genética para dar lugar a una célula huevo o cigoto, en un proceso denominado fecundación.

Una definición poco erótica para describir lo que es echar un polvo.

Todo el mundo cumple años, tú también.

Y cumplir años te recuerda que tus padres, en su momento, también hicieron... eso.

Fíjate, en este mundo existe toda clase de gente: músicos, ladrones, médicos, artistas, algún que otro capullo... Y resulta que todos nacen de un polvo, independientemente de si este fue bueno o malo, si se alcanzo el orgasmo o se fingió.

Nunca lo pensamos, pero es realmente increíble.  Un día te abres de piernas para que tu novio deje de hablarte de fútbol, y justo ese día ocurre. Zas! óvulo más espermatozoide.

Te crecen las tetas, la barriga adquiere un tamaño espectacular, se te revolucionan las hormonas y acabas subiendo al menos quince kilos. Y un día tu vagina alcanza unas dimensiones inimaginables y el niño saca la cabeza. Y mientras todo el mundo te visita y te dice lo bonito que es, tú estás en la camilla pensando en cuánto dinero te vas a tener que gastar en bolas chinas para que tu aparato reproductor vuelva a su estado natural.

Como no sabes si en el futuro será un ladrón o un músico te sacrificas y le das el pecho, te levantas mil veces por la noche, le curas los chichones, las heridas de las rodillas... y de repente un día  pone la mano en la plancha (aún habiéndole advertido de que quemaba) y te ves cantando "sana, sana, culito de rana" a la misma vez que piensas ¿en serio mi óvulo dejó entrar precisamente a este espermatozoide?

Todo eso por un polvo. POR UN POLVO.

Pues eso, hoy es mi cumpleaños, y sí, en su día fui un incordio... PERO TAMBIÉN UN ORGASMO!

...Porque la vida no podía empezar de mejor forma.