Hoy se publicó la convocatoria de oposiciones y yo no soy Sofía Vergara.


En el primer mundo, cuando no hay problemas importantes de salud ni de dinero, las personas nos preocupamos por otro tipo de cosas. 
 
Hoy se publicó la convocatoria de las oposiciones que me estoy preparando y todavía no me sé nada.
Y, la verdad, lo peor de no saberse nada es conocer a gente QUE SÍ LO LLEVA BIEN.
 
Ante esta realidad despiadada, mi mente no tiene otra cosa mejor que hacer que evadirse de esta cruel situación pensando idioteces.
 
Cuando voy a la biblioteca miro para todos lados con la esperanza de conocer al hombre de mis sueños. Uno que me diga que debo ir al examen sin estrés, que salga como me salga soy una profesora maravillosa, que la plaza fija más importante es la que me va a dar en su vida, y que si suspendo me regalará dos meses en un hotel de lujo para poder llorar dentro de una piscina privada bebiendo Bloody Merys y comiendo bogavante con velo de lomo ibérico.
 
¿Tan difícil es? 
Pues sí, sobre todo cuando una llega a casa con cara de cansancio después de trabajar y estudiar, se mira al espejo y se da cuenta de que con Sofía no comparte ni la talla del zapato. Y que si compartimos aparato reproductor es de puro milagro. Mi gozo en un pozo. 
 
A mí lo que me parece irrazonable, no es que este proceso selectivo sea arcaico e incoherente, que no demuestre nada y que sea una autentica mierdi (puse "mierdi" porque me pareció que MIERDA quedaba brusco). A mí lo que me parece injusto es que, antes de nacer, a la Sofi le hayan dejado elegir físico y a mí no. Eso no se hace.
 
Y que mientras ella comparte su vida con un apuesto hombre, sin preocuparse por el estado de su hermoso cuerpo maravillosamente proporcionado, yo tenga que rezar para que el hombre del que me enamore no salga corriendo cuando, con el paso del tiempo, mis pezones entren en contacto con mis rodillas.
 
Pues eso. Que para mí las oposiciones no son un problema. Mi problema es no ser una colombiana de infarto, así que no te confundas.
  
Bisous.

2 comentarios:

  1. Yo tampoco soy Brad Pitt y qué le vamos a hacer. No vamos a sufrir por no parecerme ni en el blanco de los ojos.

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    1. Claro que no, a aceptarlo y a seguir con nuestras vidas jajaja

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