¿Oposiciones? Prefiero hablar de mis nalgas.

El otro día me dio una otitis tan mortalmente incapacitante y tan profundamente dolorosa que lo único que pude hacer durante cuatro días fue ver, nada más y nada menos, que dos temporadas completas de una serie, o lo que es lo mismo, 17 capítulos de una hora cada uno mientras maldecía mi vida.
 
La serie era Ana de las tejas verdes.
 
Recuerdo mi vida anterior, esa vida en la que viajaba, en la que pasaban cosas interesantes, en la que la gente pensaba que yo era una tía guay y además yo tenía tiempo para contarlo y chulearme.
 
Por supuesto, ahora sigue habiendo gente que me considera una mujer increíblemente cool, el único problema es que tienen diez años. 
   
Cosas que pasan por ser decente, digo, docente.
   
Mañana comienza mi nueva aventura y no es un viaje, aunque en cuestión de dinero me voy a gastar lo mismo que si diera la vuelta al mundo, en limusina, y con Ryan Gosling sirviéndome ginebra en una copa de oro con diamantes incrustados y un anillo de compromiso dentro de un cubo de hielo. Un anillo de zafiros, por supuesto, a ver si te crees que yo me conformo con un par de quilates de oro blanco.
   
Ahora que voy a prepararme las oposiciones hay algo que me preocupa bastante: mi culo. Y quizás tú pienses que ya he hablado demasiadas veces de culos en mi blog, pero cuando algo preocupa... pues una tiene tendencia a ser redundante. 
   
No me malinterpretes, por supuesto que también me preocupa mi futuro profesional y todo eso, pero no puedo negar que mis dos nalgas forman parte de mi vida, y ahora que voy a pasar tanto tiempo sin moverlas me inquieta que cambien de forma. Por mucho que siempre trabaje de pie, no creo que dar clase haciendo sentadillas esté aprobado por la Consejería, aunque con las nuevas metodologías nunca se sabe, quizás pueda buscarle una razón pedagógica al asunto.
   
Bueno, el caso es que creo que voy a empezar a desviar la atención hacia esa zona de mi cuerpo.
   
-¿Qué tal llevas las oposiciones?
-Bueno, pues la verdad es que mi culo se está multiplicando.
-Sí, pero... ¿y las oposiciones?
-Pues me paso mucho tiempo sentada, ¿tú me ves el culo más grande?
   
Es más, voy a empezar a ver mi culo como un escape psicológico a este mundo cruel y despiadado, a esta prueba horrible e injusta, a esta situación estresante e inhumana, sanguinaria y desalmada, a estos juegos del hambre docentes. Haré de mi culo, mi terapia. 
 
-¿Cómo llevas la programación?
-Lo cierto es que la inactividad continuada sobre la silla de mi ordenador hace que me duela el glúteo mayor, mediano y menor.
-Yo ya la tengo acabada
-Pues, con todos mis respetos cariño,
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.
.
.
vete a tomar por culo.
 
Comienza mi época opositora.
Que Dios se apiade de mi alma.
  
Todavía me planteo mandarlo todo al carajo y gastarme el dinero en mi Ryan.
 
Bisous.

1 comentario:

  1. Ay, siempre eres capaz de sacarle el lado divertido a todo. Nunca lo hubiera imaginado de unas oposiciones... Yo quise empezar en octubre a darle caña al tema pero no pudo ser, solo he podido dar pinceladas por encima. A ver si ahora empiezo a tope. Mucho ánimo y no pierdas nunca esa capacidad que tienes de darle la vuelta a todo. Y mucho cuidado con las posaderas ;)

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