Bebé en camino: Cuarta parte





¿Recuerdas que tengo a un bebé en mi útero? 

Bueno, pues ahora resulta que ese bebé 
TIENE QUE SALIR.

Hace unas semanas fui a mi primera clase de preparación al parto, y la matrona se excedió UN POQUITO en algunas de sus explicaciones. Entre ellas, fue muy explícita en las diferentes formas que había de comerse la placenta.

Y, a ver, yo nunca he sido muy aprensiva, pero es que ahora YO TENGO UNA PLACENTA y no me gusta imaginar como alguien se la COME.

Si nos la piden, nosotras la preparamos en una bolsa, y ustedes la cortan en casa con un cuchillo y la congelan. Luego, por ejemplo, por la mañana, se hacen un batido de frambuesa y le echan un trocito.

¿PERDÓN?

Por mucho que yo me repetía: 
NO PIENSES EN UNA PLACENTA TROCEADA
NO PIENSES EN UNA PLACENTA TROCEADA

... mi mente no paraba de recrear imágenes de mi placenta en un smothie de frutos rojos.

Del asco que me estaba dando casi me levanto y me voy, pero como me dio vergüencita aguanté como una campeona. Con la barriga revuelta y pensando que iba a vomitar, pero como una campeona.
No fui a ninguna clase más con ella. Hay cosas más agradables que hacer en esta vida que escuchar a la guionista de SAW disfrazada de sanitaria.

Los partos siempre me han interesado, creo que es una prueba de lo mágico que es el cuerpo humano, sin embargo ahora que la que va a parir soy yo, ya no me hacen tanta gracia.

No me malinterpretes, por supuesto que quiero tener a la churumbela entre mis brazos, es solo que cuando nazca no tengo muy claro si yo quiero estar presente.

Preferiría que entrase mi novio al hospital mientras yo espero en el pasillo hasta que me digan que ha nacido, que me la traigan envuelta en una manta, cogerla y luego dársela a mi novio para que le destroce el pezón a él mientras yo le envío las fotos a mis familiares por Whatsapp diciéndoles que se parece a mí.

A mí por lo menos me parece un planazo.

Pero me temo que la naturaleza no está de mi parte.

De toda esta experiencia debo decir que siempre creí que estar embarazada iba a ser más sencillo.
Nunca pensé que tendría que hacer grandes cambios en mi vida diaria. Inocente paloma.

Recuerdo la primera vez que fui a la obstetra. Ella A SABIENDAS de que me habían  prohibido trabajar y hacer deporte, con la frustración que eso conlleva, me dijo: Pues yo trabajé hasta el final de mi embarazo, y mira que trabajo en un hospital y fue en época de Covid.

PIS YI TRIBIJÍ HISTI IL FINIL...
 
Gracias, gilipollas.

Siento que el embarazo se me ha pasado muy rápido, ni siquiera me ha dado tiempo de acostumbrarme a mi cuerpo. A veces voy a pasar entre dos coches aparcados y me giro de perfil pensando que quepo. Otras, me acerco demasiado a la mesa y me doy.  Mi agilidad mental y física no es ahora mismo mi punto fuerte.

El otro día mi sobrino de 9 años me miró y me dijo:
-No sólo te ha cambiado la barriga, el pecho lo tienes diferente ¿Verdad?
-Claro, el pecho crece y se va preparando para amamantar, es normal.
-Sí sí, es que lo tienes distinto, está más...

 CAÍDO.
(No he vuelto a ponerme más el vestido que llevaba ese día)

Pero lo que más me preocupa de toda esta experiencia vivida, no es el cuerpo, sino el hecho de que ya nunca jamás podré dejar de preocuparme por algo. En el embarazo fueron los sangrados, los movimientos fetales, los resultados de las analíticas, el parto... y después será la muerte súbita, los golpes en la cabeza, las drogas y el sexo sin condón.

A partir de ahora todas las preocupaciones se me acumularán en el entrecejo y tendré que gastarme el sueldo en mi hija, en cremas reafirmantes y en psicoterapia. No sé si me quedarán euros para echarme una copa de vino de vez en cuando y así poder sobrellevar la vida.

Pero no te preocupes cariño, yo quería traerte al mundo y lo haré con todas sus consecuencias.

Aunque debo decirte que:

Después de sufrir sofocos,
de que me salieran manchas en la cara,
de las innumerables bajadas de tensión,
de haber abandonado mi trabajo durante meses.
Después de haberte masticado la comida,
de ponerte todas las uñas en su sitio,
de fabricarte un corazón con sus aurículas y sus ventrículos,

En definitiva, después de crearte a ti usando tan solo UNA CÉLULA de tu padre y de llevarte en mi útero dándotelo todo mientras TÚ me dabas patadas en la vejiga urinaria...

Te doy un plazo de cuatro años para hacerme 25 dibujos que digan: 
MAMI ES UNA DIOSA DEL OLIMPO IMPRESIONANTE Y PODEROSA, SIEMPRE LE HARÉ CASO Y LA AMARÉ TODA MI VIDA.

Bueno, me conformo con 3 dibujos que tengan escrito: te quiero mami
pero sin purpurina, que luego la tengo que limpiar.

Te esperamos💗

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